¿Quién es el inquietante y escurridizo Tom Ripley?

Tom Ripley apareció por primera vez en El talento de Mr. Ripley.

Al comienzo de la novela, era un tímido joven neoyorquino. Hasta que un millonario le pidió que convenciera a su hijo de que volviera a casa.

Tom acepta el encargo y encuentra a Dickie y a su amiga Marga, con quienes establece una turbia relación que desemboca en crimen y engaño. ¡Nada más ni nada menos!

Veinte años después, Patricia Highsmith hizo reaparecer a su antihéroe  en La máscara de Ripley. En esta novela, de un suspense trepidante, encontramos de nuevo a Tom Ripley algunos años después, con una reputación intachable y casado con una joven y hermosa heredera francesa.

Luego aparecerá aún en otras tres novelas: El amigo americano, donde aparece involucrado una vez más en una de sus ambiguas relaciones con otro hombre. En Tras los pasos de Ripley, donde conoce a un extraño adolescente, el joven Frank Pierson, hijo de un multimillonario, que se siente acosado por un espantoso secreto y que no quiere separarse de él, y ya por último, en Ripley en peligro, el brillante cierre de este quinteto de novelas magistrales.

Las cinco novelas tienen la terrorífica habilidad de atrapar al lector.

Su lectura es una auténtica maravilla,

no puede ser más divertida y estimulante.

Totalmente adictiva.

Ripley es una de las figuras que más me gusta de la literatura. El enganche con su prosa ha sido profunda desde el momento en que empecé a leerla. Y siempre me gusta volver a ella y releerla. Es una apuesta segura.

Ripley es ambiguo, turbio, amoral, seductor y lleno de talento. Tiene un extraño encanto que hace que te pongas de su lado. Fíjate si nos gusta Ripley, que hemos llamado a nuestra agencia Ripley. Y nuestro símbolo es un personaje inspirado en el Ripley de Matt Damon, protagonista de El Talento De Mr Ripley (Anthony Minghella, 1999).

Eso sí es auténtica pasión por Ripley.

Si todavía no los has leído, te invito a que descubras estos inquietantes relatos con este profesional de la impostura.

Una vez que lo pruebas, estás perdido, el cuelgue es a perpetuidad.